Las prótesis dentales son un tratamiento para reponer dientes perdidos y aquellas estructuras óseas que se van deteriorando a lo largo del tiempo tras la pérdida o daño de los dientes naturales. Aunque son una solución efectiva para la sonrisa de muchas personas, se debe tomar en cuenta que en las prótesis dentales, al igual que los dientes naturales, también se adhieren bacterias, formando placa bacteriana y puede producir irritación de las encías.
Sin embargo, estas prótesis dentales pueden ser de dos tipos: fijas o removible. Por un lado, las que permanecen unidas a la cavidad oral se limpian como si se trataran de una pieza dental natural, las prótesis removibles requieren de una exhaustiva higiene.
Ambos tipos permiten restablecer los aspectos más básicos y primordiales de la vida de una persona como el habla, la masticación, y la estética, entre otros. Es por esto que es importante que sepamos cuál es la mejor técnica para tener una higiene adecuada con las prótesis dentales y así cuidar de ellas para que puedan durar el mayor tiempo posible.
El periodo de adaptación
Te preguntarás ¿qué relación puede tener la adaptación con la higiene dental?, pues el hecho de que el paciente se acostumbre a la prótesis dental contribuye en la higiene de ella. Es fundamental que la persona se sienta cómoda con su prótesis, indiferentemente del tipo que sea. Por ello, la persona debe pasar por un periodo de adaptación donde que el dentista debe realizar una serie de ajustes hasta que la prótesis se adapte a la boca del paciente.
Cuando la dentadura no está bien colocada, es posible que se mueva y provoque la irritación de las encías, causando llagas en la boca u otras enfermedades graves. Además, los restos de alimentos tendrán la oportunidad de acumularse en el hueco que quede entre la prótesis y la encía o diente natural.
Por lo tanto, la mala colocación de la prótesis dental, no solo le hará sentir incomodidad, sino que se alentará el crecimiento de bacterias, con la consiguiente aparición de mal aliento y enfermedades periodontales como gingivitis y periodontitis.
Higiene de la prótesis dental
Para tener una correcta higiene de la prótesis dental debes tomar en consideración la siguiente guía:
- La eliminación diaria y cuidadosa de la placa bacteriana en la cavidad oral y en las dentaduras es de gran importancia para reducir la inflamación de la mucosa oral.
- Para reducir infecciones por bacterias y hongos, los pacientes que usan prótesis dental deben realizar:
- Limpiar diariamente las prótesis dentales, cepillándolas después de cada comida.
- Los limpiadores de prótesis sólo deben utilizarse fuera de la boca.
- Las prótesis deben lavarse a fondo antes de llevárselas a la boca. Siempre siguiendo las instrucciones de uso del producto.
- Las prótesis dentales nunca se deben poner en agua hirviendo, no deben sumergirse en blanqueadores de hipoclorito sódico, cloro, o en productos que lo contengan, durante más de 10 minutos, ya que puede estropearse.
- Cuando el paciente no esté utilizando la prótesis dental, ésta debe permanecer sumergidas en agua después de la limpieza para evitar que se deformen.
- No es recomendable llevar la prótesis 24 horas al día, para así minimizar el riesgo de estomatitis.
- Es importante la limpieza de las partes metálicas, sobre todo las que contactan con los dientes. Para ello, pueden frotarse con un bastoncillo empapado en alcohol, hasta que la superficie quede brillante.
- Para evitar golpes y deformaciones mientras están fuera de la boca, conviene conservar las prótesis en agua.
- Es aconsejable que dé masajes en las encías, para mejorar su riego sanguíneo y prevenir en lo posible su reabsorción.