El cáncer bucal es el octavo tipo de cáncer con mayor incidencia en el mundo, con más de medio millón de casos anuales y una mortalidad de más de 200 mil personas. El diagnóstico tardío es la principal causa de la elevada tasa de mortalidad, ya que cuando se observa alguno de los síntomas característicos, la enfermedad ha avanzado demasiado. En el mes contra el cáncer te explicamos más sobre sus causas y síntomas.
El cáncer bucal se produce en los labios, boca, parte posterior de la garganta, amígdalas o glándulas salivales, es más frecuente en hombres que mujeres, y en personas mayores de 40 años.
Los principales factores de riesgo para desarrollarlo son:
Consumo de tabaco, aumenta también la probabilidad de otros tipos de cáncer como el de pulmón. El tabaco fumado o masticado causa gran deterioro en toda el área bucal.
Consumo de alcohol, al menos 70% de las personas diagnosticadas con cáncer bucal consumen alcohol, se considera un bebedor intenso al hombre o mujer que consume una o más bebidas alcohólicas diarias.
VPH, el Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección por transmisión sexual más común y se ha demostrado que está asociado especialmente con los tipos de cáncer bucal que ocurren en la parte posterior de la lengua o alrededor de las amígdalas.
Otros factores que influyen son el género y el sexo. Los hombres son más propensos a padecer cáncer bucal debido a que consumen más alcohol y tabaco. En cuanto a la edad, se suelen detectar a partir de los 55 años.
El cáncer bucal suele comenzar con la aparición de una placa blanquecina, similar a una úlcera bucal o llaga, puede ser una fisura profunda del tejido afectado y puede oscurecerse o pigmentarse. Otros de los síntomas de cáncer bucal son: problemas para masticar, llagas, dolor al tragar y dificultades de deglución, trastornos de la lengua, inflamación de los ganglios del cuello y pérdida de peso sin causa aparente.
Cuando el diagnóstico se hace en una fase inicial el tratamiento del cáncer bucal implica cirugía, que debe complementarse con quimioterapia y radioterapia. Cuando se diagnostica en fases avanzada, la cirugía no es opción y el tratamiento debe ser paliativo para mejorar la calidad de vida del paciente.