Mantener una correcta higiene dental puede no ser suficiente para exhibir una sonrisa brillante y saludable, si consumimos constantemente alimentos como café, salsas o algunas verduras y frutas que por su composición pueden oscurecer el color de la dentadura. La solución no es dejarlos de comer, sino hacer una limpieza más estricta y visitar al odontólogo con cierta regularidad para un blanqueamiento dental.
Entre los alimentos y bebidas azucaradas o ácidas, que lentamente desgastan el esmaltado de los dientes y los manchan, se encuentran: los frutos rojos, los caramelos, el vino, la salsa de tomate, la remolacha.
Los frutos rojos, como las moras, las frambuesas o los arándanos, entre otras, tienen un color muy intenso y las sustancias que le dan su pigmentación se adhieren a los dientes manchándolos con facilidad. Lo mismo sucede con vegetales, como la remolacha.
La salsa de tomate contiene un color altamente pigmentado y también es ácida, por lo que es capaz de ablandar la capa de esmaltado de la dentadura, haciéndolos más porosos y susceptibles a las manchas por lo que si la consumes mucho, entonces se acortará el tiempo entre una sesión de blanqueamiento dental y otra.
Los caramelos, además de la excesiva cantidad de azúcar que tienen, también se emplean en su elaboración multitud de colorantes para darles diferentes colores, que pueden manchar las piezas dentales.
Los amante del vino tinto, también necesitarán ir a un profesional para un blanqueamiento dental de forma periódica. Esta bebida, al igual que el café contiene sustancias con mucha capacidad de tinción (taninos y cromógenos) que penetran muy fácilmente en el esmalte. En algunos casos dejan manchas rojas en los dientes inmediatamente después de beberlos.
El curry también tiñe la dentadura con un tono amarillo o naranja y el vinagre balsámico posee pigmentos oscuros y una consistencia pegajosa que se adhieren después de comer. Si lo consumes muy a menudo, tendrás que incrementar la limpieza diaria y visitar al dentista por un blanqueamiento dental.
